Socialistes de Vinaròs

Uso de mascarilla OBLIGATORIO. Fernando Juan, Regidor de Governació i Recursos Humans.

La Generalitat Valenciana decreta el uso obligatorio de la mascarilla. Esta es la medida más importante tomada esta última semana, como consecuencia de la aparición de nuevos brotes, generalizados en algunas comunidades, y cada vez más numerosos en nuestra Comunidad, algunos de ellos cada vez más cerca, como consecuencia, entre otras causas, de la movilidad de personas. Un riesgo que se asumió, ciertamente, por la necesidad de recuperar la economía en sectores muy tocados por el confinamiento. El turismo es uno de los motores económicos más importantes de nuestro país, y de él dependen muchísimos negocios y puestos de trabajo. Las medidas económicas tomadas por las distintas administraciones (ayudas a los alquileres, a los autónomos, créditos, ERTES, suspensiones, aplazamientos o anulaciones de tasas e impuestos) son paliativas, pero, como comenta mucha gente, si no entran ingresos, aunque se den facilidades, no se come. Este difícil equilibrio, en la actual situación sanitaria, era asumible en el momento en el que se pudo controlar el índice de contagios, pero como he comentado anteriormente, la movilidad y una sensación de mayor seguridad en determinados sectores sociales han provocado el repunte de brotes y contagios. En el momento en el que la RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL ha pasado a ser la mayor arma social para contener la pandemia, dicha responsabilidad individual ha hecho aguas, no por una mayoría, sino por una minoría de la población, una minoría movida por algo tan natural en nuestra población como la sociabilidad: encuentros de familias largamente separadas, reencuentros con amistades, aglomeraciones y festejos pese a las restricciones. No es cuestión de culpabilizar, sino, en todo caso, de estar alerta y asumir que la “nueva normalidad” poco tiene de parecido a la “antigua normalidad”, que determinados comportamientos imperantes y tan propios como celebrar un banquete, festejo o celebración, ya no pueden ser masivos, como que, sencillamente, comer o beber compartiendo espacios comunes con gente conocida, ha pasado a ser un factor de riesgo, como que muchas actividades de ocio o trabajo, han de ser tomadas muy en serio en cuanto a las medidas preventivas a aplicar. El ayuntamiento de Vinaròs ha tomado, desde el inicio de la pandemia, todas las medidas necesarias, tanto recomendadas como obligatorias, para reducir el riesgo de contagio en la población, y en la desescalada y posterior “nueva normalidad” ha intentado favorecer la vuelta a las diferentes actividades económicas de nuestra ciudad en la medida de lo posible.

Pero los límites, como se está viendo ahora, son muy frágiles. La necesidad del retorno del turismo, necesidad económica para gran parte de los vinarocenses, descansa en el frágil equilibrio de un numero bajo o nulo de contagios. Y también, como he explicado anteriormente, o nos implicamos todos, o volveremos a una situación que nadie quiere que se repita. Los efectos colaterales, como la mayor lentitud en servicios, la reducción de ingresos económicos o la eliminación de algunos hábitos sociales, son el precio a pagar para evitar un nuevo confinamiento. Y no hay más. Esa es la prioridad. Otros tipos de reivindicaciones en una gran mayoría de temas, políticos, ideológicos o de otra índole, siendo importantes, en la situación actual son temas menores, repito, en la situación actual. Y que quede claro: en la situación actual.

Fernando Juan

PSPV-PSOE Vinaròs