Socialistes de Vinaròs

Ingreso mínimo vital. Fernando Juan, Regidor de Governació i Recursos Humans.

La pasada semana se aprobó El Ingreso Mínimo Vital por el congreso de los diputados. Se trata de una prestación de la Seguridad Social, con carácter permanente y una doble finalidad: reducir la pobreza y fomentar la inclusión social.

Por primera vez en España se aplica esta medida, para luchar contra la vulnerabilidad económica, la cual genera un círculo vicioso de desigualdad, falta de oportunidades e incertidumbre en la vida de la ciudadanía, y forma parte de los objetivos de eficacia de reducción de la pobreza extrema. Una mediada que forma parte de las recomendaciones que, desde 2014 nos hacía el Consejo de la Unión Europea. Desde 2014. Y ha sido un gobierno liderado por el Partido Socialista Obrero Español. Una medida que se estima beneficiará a 850.000 familias, mayoritariamente hogares con hijos, y con un coste estimado de 3.000 millones de euros.

La crisis sanitaria del COVID-19 ha afectado a toda nuestra sociedad, y esta afectando al resto del mundo. Ahora que estamos superando la parte sanitaria, nos encontramos con las secuelas sociales y económicas, mas graves, aun si cabe, que las provocadas por la anterior crisis económica, la del 2008. Hemos aprendido, y la Unión Europea también. La austeridad no puede ser el camino a tomar. Los ciudadanos han de contar con las ayudas necesarias para poder superar el bajón económico consecuencia del confinamiento necesario para superar la crisis sanitaria, y el Ingreso Mínimo Vital forma parte de las medidas tomadas y a tomar por los socialistas en todas las administraciones. A esta medida, pionera en España, se han sumado las ayudas a autónomos, también implementadas por primera vez, por parte de las administraciones con competencias, las ayudas para la industria, como las aprobadas en el sector de la automoción para el fomento de la renovación del parque automovilístico, las ayudas a la transformación hacia una tecnología sostenible, tanto las ya aprobadas como las que aparecerán próximamente con la aprobación de la ley de Transición Energética, las eliminaciones o reducciones de tasas por los ayuntamientos, como el nuestro, en diferentes sectores, los aplazamientos en pagos de impuestos, para superar la falta de ingresos temporales debidos a la parada del confinamiento, la inversión en sanidad o educación, recientemente aprobada, pero también acciones menores, como las aplicadas en nuestro ayuntamiento por los socialistas, como el pronto pago a proveedores, contratos menores a empresas locales, reparto de mascarillas a sectores que permanecían abiertos en el inicio del confinamiento, cuando hacían más falta, y posterior acopio para disponer del suficiente material, en prevención de un periodo de confinamiento de larga duración. Y en ningún momento la maquinaria administrativa y de servicios se ha parado. Los servicios esenciales han continuado su labor, las labores de desinfección se llevaron a cabo en nuestras calles y edificios prioritarios, como la lonja o la residencia de ancianos, las obras de reparación de nuestras costas, calas y playas continuaron para paliar los grandes desastres del gloria. Nada hemos parado, sólo, por fuerza mayor, se ha ralentizado.

Y todo aplicando al máximo el principio de precaución, estudiando cada una de las medidas que se iban publicando en el BOE durante 3 meses, trabajando para reducir al máximo las ambigüedades en el desarrollo práctico de las mismas. Este ha sido el trabajo de los socialistas, gestionar esta terrible pandemia a nivel estatal, autonómico y local, y no otro, mientras nuestra sociedad se confinaba y los servicios sanitarios y esenciales daban el callo por todos nosotros.

Fernando Juan

PSOV-PSOE